miércoles, 24 de noviembre de 2010

Terminal, mercado y construcción ciudadana por el Prof. Luis Cerrudo


Estimado Marcelo:
Te envío en estas líneas, una reflexión en torno a las decisiones tomadas en relación a la terminal y el mercado 3 de febrero, en absoluta disidencia con el proyecto y el tratamiento dado al mismo. Además, entiendo que los temas deben tratarse en forma separada. Terminal por un lado. Espacio cultural del Mercado por el otro. Este no puede ser regalado para colocar maquinitas de explotación privada. Es lamentable que el Estado provincial haya resignado el monopolio del usufructo del juego en ER por un supuesto beneficio de desarrollo turístico. Y la terminal, entendemos, debe tener otro tratamiento, ya que no cumple las expectativas, coincidiendo en esta cuestión con la opinión fundada del Colegio de Arquitectos.
Esta no es la ciudad que pretendemos construir de cara al futuro, enajenando el patrimonio de todos por varias generaciones.
Un abrazo
Luis Cerrudo

Terminal, mercado y construcción ciudadana.
Una breve reflexión en torno a una discusión actual.

En el caso de la Terminal y del Mercado 3 de febrero , ambos espacios (más allá del grado de degradación o deterioro que pueda tener uno y de las funciones y potencialidades del otro), son lugares que tienen usos cotidianos y significados para los uruguayenses, lo que los hacen merecedores de un tratamiento respetuoso en cuanto a decisiones trascendentes como son cambiar la ubicación de la terminal y dar un nuevo destino(por 50 años!) a un espacio céntrico (media manzana) hoy dedicado a mercado de artesanías.
En dicho sentido, hemos podido asistir a un debate y oposición al proyecto, que se ha ido profundizando en el sentido que no sólo se discute la oportunidad y/ o conveniencia del traslado de la nueva terminal, sino que se han involucrado elementos clave para que una aspiración legítima de los uruguayenses (una ciudad mejor con inversiones genuinas y desarrollo) se transforme en una posible enajenación del patrimonio estatal en condiciones leoninas para la ciudad.
Procedimientos cuestionados por falta de transparencia, los oferentes por falta de antecedentes y solvencia en el caso de uno de ellos, la tasación del predio subvaluada de acuerdo a las críticas hechas públicas desde distintos sectores y con distintos montos, un proyecto de desarrollo turístico hecho a medida de los inversores y no de la ciudad y de sus habitantes, tanto por lo impreciso como por presentar un esquema de privatización del juego en la provincia y ampliación de este tipo de ofertas apuntando a un perfil definido en este rubro (¿quién dijo que es más importante tener más de cien máquinas de juego que artistas artesanos en ese espacio? ¡Cómo cambiar las expresiones culturales de nuestros vecinos y sus fuentes de trabajo por el azar y el ocio no recreativo!), el proyecto de la nueva terminal por estar ubicada en un terreno sin servicios y una planta con menor superficie y prestaciones que la actual
En fin, elementos que hacen dudar que la aprobación del mismo satisfaga una necesidad real y efectiva de los uruguayenses, que no pueda ser subsanada y gestionada por otros medios. En este debate ingresaron varios vecinos preocupados por la cuestión, interesados en la licitación, la oposición en el HCD, funcionarios del poder ejecutivo municipal emitiendo opinión, el Colegio de Arquitectos dando su visión profesional, algunos medios de comunicación y cada cual expresó su punto de vista.
En el estado de situación de la discusión, y frente a estas serias objeciones de diferentes sectores de nuestra ciudad, entendemos que estas cuestiones que involucran cesiones por largo plazo (cincuenta años en un espacio estratégicamente ubicado como el mercado 3 de febrero), canje de propiedades (una manzana con edificio por una ¨terminal nueva¨ en zona sin servicios esenciales y con menores prestaciones, etc), necesidad de transparencia en la gestión, en los procedimientos y, fundamentalmente, claros beneficios para nuestra comunidad, debe ser pasible de una reflexión por parte de las autoridades municipales.
En determinados momentos, en determinadas cuestiones que hacen al desarrollo y la vida de la comunidad, o el nivel de la discusión y el debate por los temas que involucran, la aplicación de mayorías circunstanciales o la crítica fácil y la chicana política no son el camino aconsejable para un gobierno de cara a la gente.

Queremos una terminal acorde con el movimiento de nuestra ciudad
Debemos recuperar el edificio – hotel existente en la misma.
Deseamos una jerarquización de los espacios públicos para nosotros y para compartirlos con quienes nos visitan.
La cuestión de la terminal debe ser independiente del tratamiento del mercado 3 de febrero. Sala de juego ya tenemos y es explotada por el Estado a través del IAFAS para beneficio de los entrerrianos. No queremos el juego privatizado con beneficio para particulares con la excusa del desarrollo turístico.
Entendemos que deben ser preservados aquellos ámbitos que se destinan para las expresiones culturales, artísticas y artesanales de nuestra gente y que el estado municipal debe ser un promotor,  protector y difusor de las mismas, recuperando la identidad de nuestra ciudad como polo cultural en la región.
Estamos convencidos que el Centro Cultural a ubicarse en la Casa de Urquiza debe integrar otras expresiones de nuestra comunidad y ser un espacio dinámico que conjugue nuestra raíz histórica con la dinámica cultural del presente, en un ámbito que reafirme la identidad uruguayense, proyectándole al futuro.

Convocamos a la reflexión sensata. Preservemos el patrimonio de todos y busquemos soluciones a las cuestiones de infraestructura sin repetir los esquemas del neoliberalismo de la década del 90, donde las corporaciones, los sectores empresarios sin bandera realizaban sus negocios a costa de un Estado que miraba para otro lado. Y nos querían hacer creer que la voluntad del sector privado era la generadora de crecimiento, desarrollo y bienestar, frente a ese Estado que se ausentaba y dejaba hacer. Así nos fue. Hoy, el proyecto nacional y popular abierto en 2003 nos convoca a construir un país diferente. No nos confundamos con las viejas prácticas. El rumbo es claro.

Hoy, como debería ser siempre, los tiempos y nuestros vecinos nos exigen transparencia y voluntad creadora. Discusión honesta y disenso con fundamento: La ciudad del siglo XXI debe ser una construcción colectiva. Concepción del Uruguay nos debe contener a todos. Cada uno de nosotros aspira a sentirse orgulloso de la comunidad en que vivimos.
El estado municipal debe ser, como representante de la voluntad comunitaria expresada en las urnas, la fuerza que convoque y motorice el compromiso de cada uno de nosotros, que como vecinos deseamos una ciudad mejor. Que asuma el desafío de realizar una planificación participativa, plural y democrática, para que podamos construir un futuro compartido. Esa comunidad la haremos, en las grandes decisiones, a través del disenso fundamentado o del consenso. Pero siempre en un marco de honestidad en la gestión, de beneficio comunitario, y atendiendo a la diversidad y el respeto por el pensamiento del otro.
Esta es una oportunidad para replantearse críticamente determinadas decisiones, rectificarse y buscar otros caminos.

Concepción del Uruguay, noviembre de 2010.




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