viernes, 16 de abril de 2010

"Desde la reforma educativa hacia la inclusión social" por la Lic. Graciela Guerrero

En el marco de la Ley de Educación Nacional (Nº 26.206/06), a la que nuestra provincia adhiere a través de la Política Educativa actual promoviendo y garantizando el ingreso, permanencia y egreso de los entrerrianos al sistema educativo, se da la transformación institucional y pedagógica en los establecimientos y docentes que componen la estructura educativa.

Según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y Crecimiento (CIPPEC) en los años 2006, 2007 y 2008 se logró el cumplimiento de la meta de financiamiento educativo. Con lo cual implicó un gran esfuerzo financiero de la provincia de $23.400 a $43.800 millones.

Complementando el esfuerzo financiero se proyectó el plan educativo provincial 2007-2011 allí se establecieron ejes y líneas de acción; una de ellas es: "Mejor Educación con igualdad de oportunidades". Consecuente con éste eje se generaron acciones que -directa o indirectamente- intentan incidir en el mejoramiento institucional como así también en las prácticas docentes.


“Mejor Educación…

Las reformas, anteriores, remiten a la transformación del sistema escolar denominadas “normalizadoras” y aluden a la conformación de instancias mínimas de funcionamiento institucional por ejemplo la implementación de cajas curriculares pertinentes a cada nivel educativo.
Son más recientes las políticas que aluden al modelamiento docente y a la evaluación de los aprendizajes llamadas reformas de “tercera generación” aquellas que “entran al aula” . En nuestra provincia se implementaron instancias de capacitación en servicio que sugirieron la re-significación de las prácticas pedagógicas y la reflexión y análisis de la evaluación. Tal es el caso de las Capacitaciones desarrolladas durante los inicios de los ciclos lectivos 2009 y 2010 denominadas “Docentes Estudiando”.

…igualdad de oportunidades”

La asignación universal por hijo (principio de equidad social) tiene su correlato en el incremento de la matrícula en los establecimientos escolares entrerrianos. La inclusión de nuevas poblaciones estudiantiles y el desplazamiento de antiguas demandas sociales conforman el nuevo mapa escolar entrerriano.
Ésta instancia, superada, legitima la orientación política y social nacional de otorgar un lugar en la agenda pública a la Educación. “El conocimiento y la educación es concebido como un derecho personal y social”

Estamos en el inicio de la implementación de la reforma, estamos en el inicio de un cambio de forma cuantitativa, cualitativa y de justicia social.
Es por ello necesario la circulación de la información para que los ciudadanos, vecinos, pobladores y habitantes conozcan las causas de la falta de bancos y en algunos establecimientos de los espacios físicos necesarios para albergar a nuevos niños, jóvenes y adolescentes. En el año 2008 el total matriculado en todos los niveles y modalidades: inicial, primaria, secundaria, adultos, especial y superior no universitario era de 350.786 alumnos. De los cuales 265.338 pertenecen al ámbito estatal y 85.448 a la educación privada.
Frente a este desafío, el de construir una sociedad más justa, solidaria y equitativa tenemos la función fundamental de trasmitir los objetivos y fines de un proyecto político consensuado y validado por la mayoría de los entrerrianos.



                                                               Lic. Graciela Guerrero
                                                                Integrante del IRENa
                              

                                        Concepción del Uruguay, abril de 2010.-

correo electrónico: irenacdelu@gmail.com
















viernes, 2 de abril de 2010

"Las Malvinas, siempre presentes" por el Prof. Luis Angel Cerrudo

La islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son parte integrante del territorio de la Argentina, que las hereda de España a su independencia, quien ejercía su soberanía efectiva por títulos válidos fundados en la historia y el derecho, por sucesión de Estados según el uti possidetis juris de 1810.
Los primeros gobiernos patrios dictaron diversos actos administrativos para las Islas Malvinas. Así, el 10 de junio de 1829 el gobierno promulgó el decreto por el cual se creaba la Comandancia Política y Militar de las Malvinas, hecho concreto de gobierno que reafirmaba la pertenencia de dicho territorio a la nueva Nación en construcción.
El 3 de enero de 1833 fuerzas británicas ocuparon las islas, expulsando a quienes allí habitaban como así también a las autoridades establecidas de la Confederación Argentina, generando el inicio de diversas presentaciones de rechazo a la invasión colonialista y protestas sucesivas por el avasallamiento de nuestros derechos territoriales.
Estas se sucedieron en forma permanente ante la Nación agresora como así también ante diversos organismos multilaterales.
Consecuencia de esto, fue la Resolución 2065 del 16 de diciembre de 1965 adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde, a partir del reconocimiento de la existencia de una disputa acerca de la soberanía sobre el territorio de las Islas Malvinas entre la República Argentina y el Reino Unido, se invita a los gobiernos de ambas naciones a buscar una solución pacífica a la cuestión, en base a los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas.
El 2 de abril de 1982, el gobierno de la última dictadura en la Argentina del siglo XX ocupó militarmente las islas y desencadenó el conflicto armado, que se extendiera hasta el 14 de junio. 74 días duró la guerra. 14.189 personas fueron movilizadas hacia el escenario del conflicto.
En el año 1990 se reanudaron las relaciones diplomáticas con el Reino Unido, pero éste se ha negado sistemáticamente a continuar las negociaciones diplomáticas para hallar una solución pacífica a la controversia.
En la Convención Constituyente de 1994 se incorporó a la Constitución Nacional la Disposición Transitoria Primera que dice:
¨La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme al principios del derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino¨
El Estado Nacional ha rechazado y protestado los actos unilaterales británicos tomados en relación al área en cuestión y ha ratificado en los foros internacionales y regionales que solicita el respeto a la Resolución 31 49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales a la situación mientras las islas atraviesen por el proceso de descolonización y se hallan al margen de los entendimientos provisorios bajo fórmula de soberanía.
Ha realizado además un llamamiento a la reflexión de los organismos y la comunidad internacional en cuanto a la renuencia del Reino Unido a reestablecer las negociaciones de soberanía de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas y OEA. El último pronunciamiento de las naciones americanas apoyando el reclamo y la soberanía argentina marca el camino de coincidencias y solidaridad de los pueblos hermanos en esta lucha contra un imperialismo anacrónico.
Pero fue la Guerra lo que terminó de fraguar en el pueblo argentino a las Malvinas como causa nacional. Este fue el hecho definitivo para su instalación permanente en el imaginario colectivo.
Un escenario abierto, aún en construcción, con innumerables imágenes y representaciones que, lejos de clausurar su discusión, generan múltiples perspectivas de análisis.
Dictadura y terrorismo de Estado, manipulación informativa y sociedad silenciada, represores y generales decadentes, improvisación y profesionalismo militar, inserción y relaciones internacionales, reclamo y reivindicación histórica, solidaridad latinoamericana y diálogo norte - sur, la vida después de la guerra, pueden ser incluidos en un debate inconcluso y permanente.
Hoy, en este 2 de abril, queremos ratificar nuestro compromiso de mantener viva la memoria histórica.
Queremos, en estas palabras, en las que mantenemos presente las cuestiones que hacen a nuestra identidad y a nuestro sentimiento, rendir homenaje y reconocer a quienes pusieron el cuerpo.
A quienes, en una realidad compleja, envueltos en una feroz dictadura que se desmoronaba, sintieron ese reclamo histórico de soberanía en carne propia.
Hoy rendimos homenaje a quienes fueron los protagonistas directos de la historia.
Rendimos homenaje y rescatamos la actuación de nuestros soldados, reconociendo el esfuerzo y el valor puesto en juego en una situación de desventaja tecnológica y enfrentando fuerzas de elite y profesionales de una de las naciones más poderosas y con vocación colonial del primer mundo, apoyada por sus socios.
A quienes vivieron esa mezcla de convicción, de épica y compromiso.
A los que vieron de cerca la grandeza y la miseria humana en situaciones extremas.
A quienes cumplieron con su responsabilidad y dieron muestra cabal de su formación profesional.
Y en especial a nuestra generación. Esa generación de jóvenes adolescentes en los inicios de la década del 80. A esos soldados conscriptos sin preparación militar adecuada, lanzados al combate desigual. Al hambre y al frío, a luchar por la vida, a encontrarse cara a cara con la muerte. A escribir y marcar a fuego sus historias de vida, nuestras historias personales, con la sangre y el dolor. Esas marcas que hoy, casi tres décadas después, son imposibles de borrar…
Hoy, nuestro sentido reconocimiento a los héroes y combatientes de Malvinas.







Prof. Luis Angel Cerrudo




        Concepción del Uruguay, abril de 2010

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"El Banco Central y Mercedes Marcó del Pont"

La larga disputa - aún no concluída - entre el gobierno nacional y la oposición variopinta sugestivamente unida al efecto, con motivo del despido de Redrado y la ulterior designación de la Licenciada Mercedes Marcó del Pont en la presidencia del Banco Central de la República Argentina, se desenvolvió principalmente en el verano, mientras se rompían algunos records en materia de turismo popular. Por esa razón la repercusión fue limitada a la concedida por los grandes medios concentrados en Bs As, bien que proporcionándole la letra a los opositores y como es patético ya, distorsionando, deformando o directamente falseando la información.

Sin embargo, se trata de un gran tema. Porque su análisis nos conduce a dos aspectos económicos y políticos vinculados con los intereses mas generales del pueblo de la Argentina y, en definitiva, con la Soberanía Nacional, a saber: el uso de reservas para el desendeudamiento del país con acreedores extranjeros y la autonomía del Banco Central.

El Banco Central de la República Argentina, a pesar de su pomposo nombre fue en la cruda realidad histórica, una creación de los ingleses en 1935. Coronaban de esa manera durante la apropiadamente llamada " década infame ", su predominio sobre la economía nacional que ya alcanzaba a los transportes, la energía eléctrica y a las exportaciones, entre otras estratégicos rubros. Contaban decisivamente con la complicidad de las clases “ dirigentes ” que, en la época enunciada estaba constituída por conspicuos caballeros producto del “ fraude patriòtico “, que a su vez excluía de toda decisión importante al pueblo argentino. El llamado Servicio Civil del Imperio.

Scalabrini Ortiz sostenía que quién manejaba la moneda y el crédito de un país, lo manejaba en su totalidad. Es que tal control permitía resolver qué, cómo, y quiénes producían en la Argentina; que negocios serían rentables y cuáles no; qué actividades se promovían y cuáles se desalentaban; que productos se exportaban y cuáles se importaban; quiénes accedían a la financiación y quiénes no. El B.C. para cumplir con los fines para los que había sido creado, debía actuar con autonomía. Autónomo de cualquier decisión de política monetaria, fiscal o cambiaria que pudiera comprometer el dominio inglés sobre nuestra economía. Pero, como los británicos no habían llegado a ser una potencia mundial por ser confiados e imprudentes, todos los integrantes del Directorio del primer Banco Central eran extranjeros, salvo un joven Raúl Presbich y otro, que a los efectos de las políticas monetarias que desarrollaron, era como si lo fueran. Bastaba que algún emprendedor capitalista nativo se propusiera fabricar a escala en el país un producto competitivo, para que una circular misteriosa de la entidad extraterritorial, bajara drásticamente el valor del dólar para importarlo. Y así, o mediante otros análogos procedimientos, se mantuvo en la ruina a la industria nacional, en beneficio de los importadores argentinos… de productos ingleses.

Esta obra maestra de dominación encubierta se ejecutaba en las alfombras rojas y se mantuvo día por día, año por año, mientras millones de ciudadanos argentinos lo ignoraban - con la solitaria y honrosa excepción de los militantes de FORJA y otros patriotas silenciados por la prensa oligárquica antecesora de la actual..

Pero llegó la Segunda Guerra Mundial y otros interesantes sucesos en la política interna.

Nada es para siempre y al fin sucedió lo que todo expoliador o delincuente de guante blanco, teme: que llegue un criollo ( o criolla, para que ser discriminatorio ) a gobernar. Sucedió por obra y gracia de las masas populares un 17 de Octubre de 1945 y de las urnas un 27 de Febrero de 1946.

El coronel Perón comprendió rápidamente el papel del Banco Central en la economía argentina y dando vuelta el poncho audazmente, intervino la entidad, designó a un empresario nacional en su presidencia; sus directores ya no fueron extranjeros o abogados o contadores nacionales a su servicio, sino representantes de la industria y la producción argentinos. Como por arte de magia, la entidad se puso acorde a los tiempos de soberanía política e independencia económica que imperaban en el país.

Durante casi diez años , la cuarta institución en importancia de la República después de los tres poderes constitucionales, el Banco Central, omnipresente en la vida cotidiana de millones de compatriotas no, fue “ autónomo “. Es decir sí lo fue, pero de la influencia nefasta de los entregadores de la riqueza y el trabajo nacionales.



No por casualidad, la revolución fusiladora de 1955, además de clausurar el parlamento e intervenir el poder judicial, y de suprimir la actividad política y de perseguir hasta la cárcel o la muerte a todo lo que tuviera olor a peronista, en una de sus primeras medidas de saneamiento, se apresuró a restaurar la “ autonomía “ del Banco Central.



De todo ha ocurrido desde entonces. Se sucedieron los gobiernos dictatoriales y vinieron los democráticos, para amargura o para felicidad de algunos o de muchos. Lo que no se modificó un ápice en lo esencial fue la superintendencia del Banco Central sobre la política monetaria, fiscal y cambiaria, del país. Ni Martínez de Hoz; ni Sourroille; ni Cavallo , por mencionar sólo algunos de sus personeros, tenían intención alguna de alterar nada que disminuyera el poder decisivo de la Banca en la economía nacional. El poder financiero con el Banco Central en sus manos prevalecía, aunque el pueblo eligiera democráticamente sus gobernantes. La vieja paradoja entre el ejercicio formal del poder y el poder económico real, se repetía sin solución de continuidad.

Pero, como sabemos, llegó el 2001 que sirvió para que toquemos fondo y para que quedara al desnudo la inviabilidad de un sistema basado en el poder financiero.

Así, pareció natural que una diputada en el Congreso tuviera la feliz idea de presentar un proyecto de ley para modificar el art. 3 de su Carta Orgánica a efectos de limitar la autonomía del Banco Central. Fue como un rayo en un cielo sereno y la diputada se llamaba Mercedes Marcó del Pont. Todo el establishment se puso entonces en movimiento y el proyecto quedó en la nada. Pero la semilla estaba plantada.



A nadie le extrañó entonces que, cuando Martín Redrado se opuso al desendeudamiento mediante uso de reservas de libre disponibilidad dispuesto por el gobierno, pretendiendo además preservarse en el cargo alegando la independencia del Banco Central, la llamada a reemplazarlo sea la ex – diputada, prestigiada por su paso exitoso por el Banco de la Nación y conocida por su defensa del desarrollo económico mediante las palancas autónomas del ahorro, el crédito y la producción nacionales.

Las cosas fueron y son claras. Las instituciones no son ni buenas, ni malas en sí mismas. Depende de si están al servicio de los intereses del país y de su pueblo productivo y trabajador o si se las utiliza con propósitos espúreos. Toda la oposición de derecha, de centro o de izquierda, que hizo un silencio ominoso en la gestión de Redrado, genuino representante de la banca apátrida., ha puesto el grito en el cielo por el advenimiento de Marcó del Pont. Empero, el tratamiento de su pliego en el Senado ha sido tan lamentable y la intervención del radical Gerardo Morales fue tan canallesca ante las cámaras de TV - en contraste con la actitud democrática y digna de la postulante - que algunos senadores retrocedieron espantados y votarán a su favor.



Después de muchos años, una representante de los intereses nacionales, presidirá el Banco Central. Podemos, sensatamente, ser optimistas.






Dr. Ricardo G. Rodríguez


Instituto Regional de Estudios Nacionales


I.R.E.N.A.